ARTÍCULO ORIGINAL

Descripción de la compra y consumo de alimentos y bebidas durante la emergencia sanitaria por COVID-19 en habitantes de la Ciudad de México

Description of the purchase and consumption of food and beverages during the sanitary emergency by COVID-19 in inhabitants of Mexico City

RESUMEN

Introducción: la pandemia por COVID-19 ha alterado los hábitos de compra y consumo de alimentos y bebidas de las personas, promoviendo la adquisición y consumo de productos no perecederos que pueden ser poco saludables; sin embargo, es necesario contar con más datos cuantitativos que corroboren esta información. Objetivo: describir la estrategia de compra y consumo de alimentos y bebidas en habitantes de la Ciudad de México durante las primeras seis semanas de cuarentena por COVID-19. Método: se utilizó un cuestionario que indagó la estrategia de compra y los motivos de consumo, que además registró los alimentos y bebidas adquiridos y consumidos. Participaron N= 433 habitantes de la Ciudad de México; de estos, el 70.9 % (307) fueron mujeres, entre 18 y 70 años de edad, con un promedio de 37.69 años y una desviación estándar de 12.70 años. Resultados: en cuanto a la compra de productos, la mayor parte de los participantes adquirieron alimentos para tener al menos dos semanas de reserva; los alimentos congelados y enlatados fueron los más frecuentemente adquiridos para dos y tres semanas, o más, de reserva. Por otro lado, los participantes que reportaron no haber seguido una estrategia específica de compra, o comprar para tener una semana de reserva, adquirieron productos frescos con mayor frecuencia como verduras y frutas. Con respecto a la ingestión de alimentos y bebidas, la mayoría de los participantes reportó realizar su consumo habitual con productos frescos y agua natural; en contraste con los que señalaron ingerir alimentos y bebidas por aburrimiento o ansiedad, con una frecuencia más alta de alimentos dulces, botanas, refrescos y bebidas azucaradas. Conclusiones: el estudio aporta información que describe la compra y consumo de alimentos y bebidas en periodos de cuarentena.

Palabras clave: alimentación, COVID-19, consumo, compra, cuarentena.

ABSTRACT

Introduction: The COVID-19 pandemic has altered people’s food and beverage buying and intake habits, promoting the acquisition and consumption of non-perishable products that may be unhealthy; however, more quantitative data are needed to corroborate this information. Objective: To describe the strategy of buying and consuming food and beverages in inhabitants of Mexico City during the first six weeks of quarantine by COVID-19. Method: A questionnaire that inquired into the purchasing strategy, and the reasons for consumption, in addition to recording of the food and beverages purchased and consumed, was used. Participated N= 433 inhabitants of Mexico City; of these, 70.9 % (307) were women, between of 18 and 70 years of age, with an average age of 37.69 and a standard deviation of 12.70 years. Results: As for the purchase of products, most participants purchased food to have at least two weeks of reserve; frozen and canned foods were the most frequently purchased. On the other hand, participants who reported not having followed a specific buying strategy, bought fresh products more frequently such as fruits and vegetables. Regarding food intake and beverages, most participants reported regular fresh products and natural water consumption; in contrast to those who indicated eating food and drinks due to boredom or anxiety, with a higher frequency of sweet foods, snacks, soft drinks and sugary drinks. Conclusions: The study provides information describing the purchase and consumption of food and beverages in quarantine periods.

Key words: food, COVID-19, consumption, purchase, quarantine.
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Contenido

INTRODUCCIÓN

El 30 de enero de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la enfermedad producida por el Síndrome Respiratorio Agudo Severo por coronavirus tipo 2 (SARS-CoV-2) conocida como COVID-19 (por sus siglas en inglés que hacen referencia a “coronavirus disease”), como una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII)1,2 y llamó a los países para que adoptaran medidas urgentes y agresivas de prevención ante la carencia de vacunas y un tratamiento específico.3

Los diferentes estados de la República Mexicana tomaron medidas de salud pública para evitar el avance de la pandemia, pero todas estuvieron enfocadas en promulgar o promover políticas de distanciamiento social.4 A partir del 24 de marzo de 2020, el gobierno mexicano declaró el inicio de la Jornada Nacional de Sana Distancia y convocó a una cuarentena preventiva pidiendo a la población quedarse en casa y solo mantener la actividad de los sectores esenciales.5

Las medidas de distanciamiento que ayudan a proteger la salud afectan a las personas a nivel de sociedad en la economía, los servicios públicos, la educación, el acceso a la información, las relaciones sociales y la dinámica familiar;6 y a nivel personal en sus actividades diarias, alimentación y posibilidad de practicar actividad física,4 así como generar una serie de síntomas psicológicos como estrés agudo, trastorno de estrés postraumático, depresión, fatiga, desapego, irritabilidad, insomnio, problemas de concentración, confusión e indecisión.7,8

Comprender los cambios en la alimentación de las personas es muy importante debido a que se relacionan con la salud; si bien es cierto que ningún alimento o suplemento alimenticio puede prevenir o tratar el COVID-19, se reconoce que la nutrición es fundamental para evitar cuadros graves de la enfermedad;9 en la cual se ha observado que ejerce un impacto importante en enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes tipo 2 e hipertensión arterial, cuyo tratamiento incluye una alimentación saludable y actividad física.10

Aunado a esto, la pandemia por COVID-19 ha tenido distintos efectos sobre la alimentación de las personas, a quienes afecta en dos procesos diferentes: la adquisición de productos y el consumo de estos.

En cuanto a la adquisición de productos, las dificultades económicas y la suspensión de algunos programas de ayuda alimentaria han puesto en entredicho la capacidad de compra de alimentos; lo que en muchos casos significa que las familias adquieren productos con base en su precio en lugar de considerar otras características.11 Otro factor que afecta la adquisición de productos alimenticios es la existencia de amenazas a la cadena de suministro de alimentos por falta de producción e interrupciones en el transporte,  lo que genera escasez de productos frescos y saludables como verduras, leguminosas, pescado y frutas, entre otros.11

Otra condición que puede afectar la adquisición de alimentos, es que con las medidas de distanciamiento social las personas se preparen para tener abasto de productos que se puedan conservar por tiempos prolongados en los hogares y así evitar salir en la medida de lo posible12 teniendo como resultado un aumento en el consumo de productos enlatados, empaquetados y no perecederos ultraprocesados con niveles elevados de azúcares, grasas saturadas, sodio y calorías, que rara vez son saludables, frescos y nutritivos.11,13

Por otra parte, algunos comportamientos que se ven afectados son la disponibilidad de alimentos adquiridos por la familia,11,12 y el cambio positivo en la rutina de las actividades diarias durante el período de cuarentena, ya que se puede promover cocinar en casa de forma saludable, o de manera negativa se alteran los hábitos alimentarios por la pérdida de rutinas y horarios.4 Asimismo, el incremento en los niveles de estrés y aburrimiento propios de la cuarentena, desencadena en las personas un aumento del apetito, buscando consumir productos poco saludables e hipercalóricos (frituras o postres) como estilo de afrontamiento, lo que se conoce como alimentación emocional.14,15

Por lo tanto, el objetivo del estudio fue describir el comportamiento en la adquisición y consumo de alimentos y bebidas durante la emergencia sanitaria por COVID-19 en habitantes de la Ciudad de México durante las primeras seis semanas de cuarentena.

MÉTODO

Diseño

Estudio transversal descriptivo.16

Muestra

Se trabajó con N= 433 participantes residentes de la Ciudad de México; de estos, el 70.9 % (307) fueron mujeres y 29.1 % (126) hombres, entre 18 y 70 años de edad, con una edad promedio de 37.69 y una desviación estándar (DE) de 12.70 años.

Sobre el nivel educativo concluido de los participantes, 1.2 % (5) reportaron tener estudios de secundaria, 9.2 % (40) preparatoria, 62.1 % (269) licenciatura y 27.5 (119) posgrado. En cuanto a su ocupación, el 27.9 % (121) eran profesionistas, 18.5 % (80) estudiantes, 12.9 % (56) trabajadores de la educación, 12.5 % (54) comerciantes o agentes de ventas, 12.5 % (54) trabajadores administrativos, 7.2 % (31) dedicados al hogar, 1.8 % (8) jefes, supervisores y otros trabajadores de control, 1.6 % (7) desempleados, 1.2 % (5) funcionarios y directivos, 0.9 % (4), jubilados o pensionados, 0.9 % (4) técnicos, 0.9 % (4) trabajadores del arte, 0.9 % (4) trabajadores de la construcción, y 0.2 % (1) conductor de transporte público.

Al momento de responder el instrumento, el índice de masa corporal (IMC) de los participantes indicaba que: 2.1 % (9) tenían bajo peso, 46.2 % (200) peso normal, 38.3 % (166) sobrepeso y 13.4 % (58) obesidad en grado I; por otro lado, reportaron que llevaban entre uno y 45 días de cuarentena en casa con un promedio de 13.04 y una DE de 6.78 días. En sus viviendas había entre una y 15 personas con una media de 3.48 y una DE de 1.76 personas.

Los participantes se seleccionaron de forma no probabilística accidental o consecutiva. Criterios de inclusión: participantes mayores de edad que vivieran en la Ciudad de México por al menos dos años antes del estudio. Criterio de exclusión: que estuvieran pasando la cuarentena fuera de la ciudad. Criterio de eliminación: llenado incorrecto del cuestionario.

Instrumentos

Se utilizó un cuestionario desarrollado ad hoc para esta investigación, en el que se registraron datos sociodemográficos de los participantes y se indagó en su estrategia de compras inicial para la cuarentena en términos del tiempo de reserva, lugar de adquisición de los alimentos, dinero invertido y motivos para la compra. Se les brindó una lista de productos que podían representar problemas en su disponibilidad,11 con la finalidad de registrar lo que habían comprado y consumido durante el periodo de aislamiento y el motivo por el cuál lo habían hecho.

Procedimiento

Se contactó a los participantes a través de sus redes sociales con una invitación electrónica en la que se especificó la finalidad del estudio y los criterios de inclusión. Antes de responder el cuestionario en línea (formulario), llenaron el formato de consentimiento informado. Al concluir el formulario en línea, sus respuestas se registraron automáticamente y se cargaron en una base de datos en línea a la que solo los investigadores podían acceder. Los datos se recolectaron durante las primeras seis semanas de la cuarentena en la Ciudad de México.

Análisis de datos

Para analizar los datos sociodemográficos, la estrategia y motivos de compra de alimentos para la cuarentena, los motivos de consumo y el registro de los productos comprados y consumidos, se hizo un análisis de frecuencias. Para conocer si había diferencias en la frecuencia de compra de productos para cada motivo de abastecimiento y en la frecuencia de consumo de productos para cada motivo de consumo se usó una c2 de Pearson.

RESULTADOS

Sobre la estrategia de compra inicial de alimentos para la cuarentena, se llevó a cabo un análisis de frecuencias que mostró que el 28.40 % (123) de los participantes no tenían una estrategia de compra específica, 22.4 % (97) compró productos para tener una semana de reserva, 39.7 % (172) para dos, y 9.5 % (41) para tres o más.

En lo que respecta al lugar donde compraron los alimentos y bebidas, 52.40 % (227) acudieron a supermercados, 5.50 % (24) Central de Abasto, 2.3 % (10) tiendas de abarrotes, 0.70 % (3) servicio a domicilio, 0.20 % (1) tienda de conveniencia, y 38.80 % (168) una combinación de las anteriores.

Considerando el dinero invertido para la estrategia de compra, el 5.30 % (23) de los participantes informó haber gastado menos de 500 pesos, 24.50 % (106) entre 500 y 1,000 pesos, 39.70 % (172) entre 1,001 y 3,000 pesos, 19.20 % (83) entre 3,001 y 5,000 pesos, y 11.30 % (49) más de 5,000 pesos.

Con relación al motivo para elegir su estrategia de compra, 50.60 % (219) señalaron que lo hacían para seguir con su consumo habitual, 22.90 % (99) para evitar contagios, y 26.60 % (115) para asegurar el abastecimiento y consumo el mayor tiempo posible.

En los alimentos comprados por cada estrategia, se notan diferencias estadísticamente significativas en la frecuencia de los productos adquiridos en cada una de ellas. En el grupo de personas que no contaban con una estrategia de compra específica y en las que compraron productos para tener una semana de reserva, se observó mayor frecuencia en la adquisición de verduras y frutas; mientras que para las que compraron productos para dos y tres semanas, o más, de reserva, lo más frecuente fueron los productos congelados y enlatados. Los resultados de la frecuencia de compra de alimentos por estrategia de compra inicial para la cuarentena se presentan en la tabla 1.

Con respecto a las bebidas compradas por cada estrategia, se aprecian diferencias estadísticamente significativas en la frecuencia de los productos adquiridos en cada una de ellas; en todos los casos los más frecuentes fueron el agua natural y el café. Los resultados de la frecuencia de compra de bebidas por estrategia de compra inicial para la cuarentena se presentan en la tabla 2.

En cuanto a los motivos para consumir alimentos, el 80.60 % (349) reportó estar realizando su consumo habitual, 6.70 % (29) consumir por ansiedad, 5.80 % (25) por aburrimiento, y 6.9 % (30) mientras efectuaban otras actividades.

Por lo que toca a los alimentos consumidos por cada motivo, se advierten diferencias estadísticamente significativas en la frecuencia de los productos. Para las personas que continuaron su consumo habitual y las que consumían mientras realizaban otras actividades, se observó con mayor frecuencia ingestión de fruta; para las que consumían alimentos por ansiedad y aburrimiento lo más frecuente fueron dulces y botanas. Los resultados de frecuencia de consumo de alimentos por cada motivo se presentan en la tabla 3.

Con referencia a las bebidas consumidas por cada motivo, se perciben diferencias estadísticamente significativas en la frecuencia de los productos adquiridos en cada una de ellas. Para las personas que continuaron su consumo habitual y las que consumían algún producto mientras realizaban otras actividades, lo que se vio con mayor frecuencia fue el consumo de agua natural, mientras que para las personas que consumían productos por ansiedad y aburrimiento lo más frecuente fueron los refrescos y bebidas azucaradas. Los resultados de frecuencia de consumo de bebidas por cada motivo se presentan en la tabla 4.

DISCUSIÓN

El objetivo del presente estudio fue describir la adquisición y consumo de alimentos y bebidas de habitantes de la Ciudad de México durante las primeras seis semanas de cuarentena por la emergencia sanitaria por COVID-19; al hacerlo se contribuye a generar información cuantitativa sobre el efecto de dicha enfermedad en los hábitos de consumo de alimentos y sus respectivos determinantes individuales, lo cual es una necesidad identificada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).10

Los resultados muestran que en cuanto a la compra inicial de productos, la mayor parte de los participantes adquirieron alimentos para tener al menos dos semanas de reserva; lo que es congruente con lo observado por Baker et al.11 acerca de que las personas se prepararon para no salir a hacer compras de alimentos por varias semanas

Los alimentos congelados y enlatados fueron los más frecuentemente adquiridos por las personas que compraron para dos y tres semanas, o más, de reserva; lo que apoya lo señalado por la FAO y el CEPAL,10 y Rodríguez et al.12 quienes comunicaron que con la pandemia de COVID-19 hubo un aumento en el consumo de productos enlatados, empaquetados y no perecederos, lo que resulta preocupante porque estos pueden ser poco o nada saludables, al relacionarse con alimentos ultra procesados, que cuentan con niveles elevados de azúcares, grasas saturadas y sodio.

Por otra parte, los participantes que informaron no haber seguido una estrategia específica de compra, o compraron para tener una semana de reserva, adquirieron productos frescos con una frecuencia más alta tales como las verduras y las frutas. Sin embargo, se pudo notar que la mayor parte de los participantes informó estar llevando a cabo su consumo habitual principalmente con productos frescos y agua natural, lo que concuerda con lo encontrado por investigaciones previas que reportan que comer y cocinar en casa brinda la oportunidad de comer de forma saludable.4

En contraste, los participantes que reportaron consumir alimentos y bebidas por aburrimiento o ansiedad, ingirieron con mayor frecuencia dulces, botanas, refrescos y bebidas azucaradas; lo que es congruente con investigaciones previas,4 demostrando que estos participantes mantienen un patrón de alimentación emocional.14,15</sup

Sería conveniente complementar esta información con una descripción de los patrones de compra y consumo de alimentos y bebidas en periodos más avanzados de la cuarentena y la nueva normalidad.

CONCLUSIONES

Esta información, que describe la compra y consumo de alimentos y bebidas en un periodo de distanciamiento social, puede contribuir a la planeación de las estrategias por parte de los gobiernos para promover la salud de sus poblaciones durante periodos de cuarentena por rebrotes de COVID-19 o por otras enfermedades.

CONTRIBUCIÓN DE LOS AUTORES

ECS: Idea original, revisión y coordinación del equipo.

REDA: Revisión de la literatura y aplicación de instrumentos.

ASRA: Aplicación de instrumentos y corrección de estilo.

EVR: Análisis de literatura y aplicación.

REFERENCIAS

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NÚMERO | ISSUE

VOL. 13, NÚM. 1 • ENE-ABR 2022.
p. 922-927

eISSN:

En trámite

Autores | Authors

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Emmanuel Correa-Solís

Universidad del Valle de México Campus Lomas Verdes.
Edo. Méx., México.

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Rocío Elizabeth Duarte-Ayala

Universidad de la Cañada, Teotitlán de Flores Magón.
Oax., México.

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Ana Sofía Rodríguez-Aboytes

Universidad de la Cañada, Teotitlán de Flores Magón.
Oax., México.

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Eduardo Velasco-Rojano

Facultad de Psicología UNAM.
CDMX, México.

Correspondencia | Corresponding Author

Emmanuel Correa Solís

Carretera Teotitlán – San Antonio Nanahuatipán Km 1.7 s/n. Paraje Titlacuatitla. Teotitlán de Flores Magón, C.P. 68540, Oaxaca, México.

Correo electrónico:

mncemmanuelcs@gmail.com

recibido | received

noviembre 28, 2020.

Aceptado | accepted

febrero 25, 2022.

DOI

doi: 10.3389/phys.2021.

https://doi.org/10.3389/phys.2021.

María Fernanda Sánchez-Manzo. María de la Luz Tovar-Hernández. Análisis y propuesta de mejora con un enfoque de calidad en los procesos implementados en los subsistemas operativos (compras, suministros, producción y servicio) del laboratorio de alimentos de la Escuela de Dietética y Nutrición del ISSSTE, a través de la aplicación de un mapa de procesos PEPSU durante el periodo escolar 2018-2019. REDNUTRICIÓN. 2020; 11(3): 756-759.

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