Uno de los cambios más frecuentes que se observan durante el envejecimiento son las modificaciones en la composición corporal. Destaca la disminución de la masa libre de grasa (MLG), que en conjunto con el incremento de la masa grasa (MG), determina la presencia de sarcopenia, obesidad y obesidad sarcopénica. En México, la obesidad y la sarcopenia se presentan en el 34.51 y 10 %2 de las personas mayores de 60 años, respectivamente. Ambas enfermedades cursan en paralelo, recibiendo el nombre de obesidad sarcopénica, dicha enfermedad se observa en el 7.9 %2 de la población mayor a 60 años.
El servicio de alimentos, considerado como sistema, incluye nueve subsistemas, cuatro de ellos son subsistemas de dirección y de gobierno (gerencia integral, mercadeo, control y finanzas), otros cuatro son operativos (compras, suministros, producción y servicio) y el noveno es el subsistema físico, en el cual se realizan las actividades de los anteriores.3
EEstas enfermedades se asocian a diversos desenlaces adversos y podrían ser un marcador temprano del desarrollo de morbilidades como enfermedad cardiovascular y cerebrovascular, diabetes tipo 2, síndrome metabólico, hipertensión y distintos tipos de cáncer.3,4 De igual manera, predisponen a una calidad de vida deteriorada, mayor riesgo de fragilidad, fracturas, caídas, discapacidad física, ansiedad y depresión.3,5 Las personas que viven con obesidad, sarcopenia y obesidad sarcopénica, presentan una posibilidad incrementada de institucionalización, hospitalización y muerte.6,7
Además del envejecimiento, la alimentación juega un papel fundamental en su desarrollo. Adicionalmente, en la persona mayor se observa una reducción en los niveles de actividad física, lo que tiene como consecuencia la disminución en la capacidad aeróbica, aumento del catabolismo proteico, discapacidad y riesgo aumentado de desarrollar enfermedades cardiometabólicas.8
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se deben realizar 150 minutos semanales de actividad física moderada aeróbica, o bien, algún tipo de actividad física vigorosa aeróbica durante 75 minutos o una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas. También se recomiendan actividades que mejoren la fuerza muscular, dos o más días a la semana.9
Los resultados del Módulo de Práctica Deportiva y Ejercicio Físico (MOPRADEF) del INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) correspondientes al periodo 2013-2018, reportan que la frecuencia de práctica físico-deportiva de personas mayores de 60 años en zonas urbanas del país fue del 41 % en hombres y 31 % en mujeres. Así mismo, se informó que, de todas las personas mayores que llevan a cabo alguna actividad, la proporción que alcanzó el nivel de suficiencia de práctica físico-deportiva, frecuencia, duración e intensidad que sugiere la OMS en este grupo de edad para obtener un beneficio a la salud, se encontró entre el 84 y 88 %.10
Existe poca evidencia acerca de las diferencias de la actividad física que ejecutan las personas mayores con obesidad, sarcopenia y con obesidad sarcopénica en México. Es por ello que se propuso comparar las características de la actividad física en personas mayores no institucionalizadas de la CDMX que viven con obesidad, sarcopenia y obesidad sarcopénica, con aquellas sin alteraciones de la composición corporal.