Vol. 11, núm. 3 • sep-dic 2020.
777-779.
HOMENAJE A...
Recibido: julio 03, 2019.
Aceptado: agosto 27, 2019.
Al Dr. Emilio Escobar Picazo
Tribute to Dr. Eduardo Escobar Picazo
Académico de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.
Pachuca, Hgo., México
Hija del Dr. Emilio Escobar Picazo
CDMX, México.
Correspondencia:
Ana Rosa Torres Granillo
Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.
Pachuca-Tulancingo. Pachuca de Soto, Hidalgo, México.
Correo electrónico:
anarosatorresg@gmail.com
La vida y la muerte son parte de la existencia del ser humano. La primera, es la oportunidad de desarrollar en este plano los dones que el Supremo Creador nos concedió para ser útiles a la sociedad en que nacimos, a nuestra familia y a nosotros mismos.
La segunda, es parte de un ciclo que termina, como todo lo que sucede en la naturaleza. Después del día acontece la noche, y después de esta vendrá un nuevo amanecer.
El Dr. Emilio Escobar Picazo ha concluido su ciclo de vida, su presencia física ya no se encuentra entre nosotros. No obstante, su presencia profesional y espiritual vive en nuestros sentimientos, actitudes y valores, que reflejó entre nosotros por la relación que conservamos, y que nos muestran su origen y ascendencia.
Nació el 22 de marzo de 1946 en la Ciudad de México, en el seno de una familia cristiana, humilde y unida, fue el cuarto hijo de 16 hermanos.
Mostró desde niño sus aptitudes y capacidades intelectuales, pues al terminar su nivel preescolar, entonces de párvulos, ingresó al segundo año de Educación Primaria. Su egreso fue con calificaciones notables.
Los criterios de la época y las necesidades familiares lo conllevaron a aprender un oficio y este fue, en inicio de herrero y después de ayudante de mecánico, mismo que conservó al ingresar a la Escuela Secundaria en 1960. Ahí fue el primero en Aprovechamiento y en Oratoria. Galardón que salió a defender en varios estados, ante otros tantos alumnos.
Sin duda, el alma es la representación de un ser vivo, humano, espiritual, que en sus acciones, producto de sus sentimientos, vive y comprende el sentir, el sufrir y la dicha de otras personas, sin envidia alguna.
En 1963, para continuar con su educación, se inscribe en la Escuela Nacional Preparatoria Núm. 3 en San lldefonso, turno nocturno. Esto, debido a que, durante el día trabajaba para una fábrica de ropa y distribuía la mercancía en un “diablito”, para detener sus labores a las 17:00 horas, e ir a tomar sus clases a “ese hermoso templo del saber, con maestros muy preparados a estudiar filosofía, química, historia, etc.” según sus propias palabras.
Convencido a plenitud, que si quieres algo ve por ello, o algo así como no permitir que nada ni nadie te robe tus sueños, Emilio Escobar Picazo fue un soñador con los pies en el suelo. Se inscribió en la Facultad de Medicina de la UNAM en 1965, lugar en el que desarrolló lo que sabía hacer muy bien: responsabilidad y compromiso, como valores indispensables para acceder al conocimiento. Como miles de jóvenes, en el movimiento estudiantil del año de 19681 levantó su voz para defender lo que fueron razones sustanciales en su existir, derechos humanos insustituibles de las personas y que los conservó hasta el último momento: salud y educación. (Figura 1).
Su vocación y sensibilidad humana estuvieron presentes durante su internado médico en 1970, en el Hospital Latinoamericano en Puebla, por medio del cual participó activamente en las caravanas médicas en Comunidades del Estado de Chiapas, Oaxaca, Michoacán y Guerrero. Su servicio Social lo realizó en Atenquique Jalisco.
La vida tiene sus etapas y momentos, de manera que, en el año de 1972, dos importantes momentos marcaron su vida: su ingreso a la especialidad de Pediatría en la UNAM, y su feliz matrimonio con la Enf. Isabel Cosme Ocaña, a quien conociera en el Hospital Latinoamericano y fuera su inseparable e irreemplazable compañera de su vida: su amada esposa.
De esta dichosa unión nacieron: Sissi Elizabeth, Erika Lissette, Emilio y Ana Laura, mismos que le otorgaron la dicha de conocer a diez nietos.
Como Médico Pediatra inició su vida laboral en el año de 1976, en el IMSS, en el Hospital General del Centro Médico “La Raza” y alternamente atendía en su consultorio particular, hasta sus últimos momentos. Así como apoyando a los alumnos de posgrado como Jefe de enseñanza médica.2
Si estuviera frente a él le diría: Dr. Escobar, ¿cómo lo vamos a olvidar, si su recuerdo está en el libro “Accidentes y Violencias en Pediatría”;3 “El Niño Sano”;4 “El Niño Enfermo”.5 Libros de lectura en el ámbito internacional.
¿Cómo lo vamos a olvidar, si su presencia está en 15 años como Director de la División de Educación e Investigación del Centro Médico “La Raza” del IMSS, tiempo en el que se formaron alrededor de 3 mil médicos especialistas aproximadamente.(Figura 2).
¿Cómo lo vamos a olvidar, si ocupa un eminente espacio en la historia médica de nuestro país, cuando fue nombrado por la Sociedad Mexicana de Pediatría como el mejor Médico Pediatra (en el año de 1990).
¿Cómo lo vamos a olvidar, si trascendió su presencia en el Hospital de Xochimilco, cuando fue su Director y lo convirtió de Pediátrico a Materno Pediátrico durante los años 2002 a 2004?. O como Director del Hospital Pediátrico de Peralvillo, cuando por su Dirección obtuvo el primer lugar en el Premio Nacional de Calidad en Salud, otorgado por el Gobierno de la Ciudad de México por conducto de la Secretaría de Salud del Gobierno de la CDMX. (Figura 3). También participó en la inauguración de la Clínica de Labio y Paladar Hendido del Hospital Pediátrico de Peralvillo, en agosto 2016; con el fin de atender de manera continua durante todo el año a niños que nacen con esta anomalía cráneofacial.6. Le expresaría también: Dr. Escobar, Gracias:
Gracias, por los muchos niños beneficiados en su consulta particular.
Gracias, por los muchos estudiantes capacitados de la carrera de Medicina de la Facultad de Estudios Superiores, Iztacala de la UNAM, desde el año 1979 al 2000. (Figura 4).
Gracias, muchas gracias, por los 1,500 trabajos de investigación publicados,7 siempre en beneficio de los estudiantes y estudiosos de la ciencia médica en Pediatría.
Como hombre de fe, el Dr. Escobar entendió y vivió su religión por medio de la Iglesia Bautista, en la que fue Pastor en la Iglesia Bautista “Dios con Nosotros” durante 15 años y siete en la Primer Iglesia Bautista de la Ciudad de México.
Y, por último, cito algunas reflexiones de la metáfora, creada por el talentoso Dr. Miguel Ángel Cornejo, ¿Dónde estarán las manos de Dios?*
Cuando aquel pequeño me ofrece a las tres de la mañana su periódico, su miserable cajita de dulces sin vender, cuando lo veo dormir en la puerta de un zaguán tiritando de frío, con unos cuantos periódicos que cubren su frágil cuerpecito, cuando su mirada me reclama una caricia, cuando lo veo vagar sin esperanzas con la única compañía de un perro callejero, me pregunto: ¿Dónde estarán las manos de Dios?
Cuando a esa chiquilla que debería soñar en fantasías, la veo arrastrar su existencia y en su rostro se refleja ya el hastío de vivir, y buscando sobrevivir se pinta la boca y se ciñe el vestido y sale a vender su cuerpo, me pregunto: ¿Dónde estarán las manos de Dios?
Cuando miro a ese joven antes fuerte y decidido, ahora embrutecido por la droga y el alcohol, cuando veo titubeante lo que antes era una inteligencia brillante y ahora harapos sin rumbo ni destino, me pregunto: ¿Dónde estarán las manos de Dios?
Es entonces cuando comprendemos que las manos de Dios son las que se encuentran en las personas que tienen la voluntad, el conocimiento y el coraje de luchar por un mundo más humano y justo, aquellos cuyos ideales sean tan altos que no puedan dejar de acudir a la llamada del destino, aquellos que, desafiando el dolor, la crítica y la blasfemia, se retan a sí mismos para ser las manos de Dios.
Como quien fuera, inseparable esposo, ejemplar hijo, amoroso padre, excelente profesionista y magnífico amigo, el siempre bien recordado:
DR. EMILIO ESCOBAR PICAZO.
*Tomado de la Autobiografía del Dr. Emilio Escobar Picazo (2013).
REFERENCIAS
1. Escobar-Cosme EL. Emilio Escobar Picazo. [México: 2020] [sin imprenta].
2. Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Medicina. Tesis profesional para obtener el grado de especialista en Pediatría Médica. 1998. Disponible en:
http://132.248.9.195/pdbis/261005/261005_00.pdf
3. Escobar-Picasso E. Accidentes y violencias en pediatría. Barcelona: Salvat; México: Salvat Mexicana de Eds., 1985
4. Tratamiento, Manejo y Rehabilitación de Niños con Labio y Paladar Hendido 2006. Secretaría de Salud Federal.
5. Escobar-Picasso E. coord. Tratado de Pediatría Vol. I: El niño sano. México: Manual Moderno. 2001.
6. Escobar-Picasso E. coord. Tratado de pediatría Volumen II. El niño enfermo. México: Manual Moderno. 2006.
7. Escobar-Cosme. Op.cit.